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UNA CASA, UN ÁRBOL, UN PÁJARO
"Había una vez una mujer que no decía una palabra más alta que otra
porque estaba convencida de que palabra y piedra suelta no tienen vuelta".
(De las “Fábulas del entretiempo” de Mariano González Mangada)
En la vida, en el mundo que nos rodea, existen casas (cada vez más altas, estrechas y pegadas), árboles (secos, replantados y sin agua), y pájaros (cada vez menos y metidos en jaulas). Pero la belleza, para verla hay que buscarla desde dentro y para crearla hay que llevarla en el corazón.
En la obra que nos presenta Eva Poyato, la sencillez, la dulzura y la belleza juegan alegremente como si de la cabeza de un niño surgieran cada uno de los personajes; y es que Eva tiene dentro árboles, casas y pájaros.
Árboles que crecen para que se suban a ellos los niños. Árboles que invitan a leer y a descansar.
Casas de las que uno no quiere marcharse, porque de ellas emana paz, olor a hogar y sentimientos de cobijo y tranquilidad.
Pájaros de los que cantan sin parar, andan a saltitos y manifiestan libertad.
Contemplar un ejemplar de esta colección es abrir una ventana y respirar aire puro, es recuperar la esperanza, es ver un cuento, es retomar la mirada de niño y soñar…
En cada obra, la minuciosidad y los detalles te sorprenden al escrutar cada rincón del papel. Su obra gráfica evidencia la profesionalidad y el manejo que la autora posee de las diferentes técnicas gráficas, que no es, ni más ni menos, que poner un sinfín de recursos gráficos y plásticos al servicio de una imagen que transmita una idea, como perfecta unión de la Eva persona y la Eva artista. Estamos, en definitiva, ante unos trocitos del corazón de Eva Poyato, que nos recuerdan que las pequeñas cosas de la vida merecen la pena ser observadas.
Eva Molina Bernardo
"Había una vez una mujer que no decía una palabra más alta que otra
porque estaba convencida de que palabra y piedra suelta no tienen vuelta".
(De las “Fábulas del entretiempo” de Mariano González Mangada)
En la vida, en el mundo que nos rodea, existen casas (cada vez más altas, estrechas y pegadas), árboles (secos, replantados y sin agua), y pájaros (cada vez menos y metidos en jaulas). Pero la belleza, para verla hay que buscarla desde dentro y para crearla hay que llevarla en el corazón.
En la obra que nos presenta Eva Poyato, la sencillez, la dulzura y la belleza juegan alegremente como si de la cabeza de un niño surgieran cada uno de los personajes; y es que Eva tiene dentro árboles, casas y pájaros.
Árboles que crecen para que se suban a ellos los niños. Árboles que invitan a leer y a descansar.
Casas de las que uno no quiere marcharse, porque de ellas emana paz, olor a hogar y sentimientos de cobijo y tranquilidad.
Pájaros de los que cantan sin parar, andan a saltitos y manifiestan libertad.
Contemplar un ejemplar de esta colección es abrir una ventana y respirar aire puro, es recuperar la esperanza, es ver un cuento, es retomar la mirada de niño y soñar…
En cada obra, la minuciosidad y los detalles te sorprenden al escrutar cada rincón del papel. Su obra gráfica evidencia la profesionalidad y el manejo que la autora posee de las diferentes técnicas gráficas, que no es, ni más ni menos, que poner un sinfín de recursos gráficos y plásticos al servicio de una imagen que transmita una idea, como perfecta unión de la Eva persona y la Eva artista. Estamos, en definitiva, ante unos trocitos del corazón de Eva Poyato, que nos recuerdan que las pequeñas cosas de la vida merecen la pena ser observadas.
Eva Molina Bernardo
CENTRO CULTURAL DE CEUTI
Del 10 de octubre al 6 de noviembre de 2008
